ACCESO RÁPIDO:
< El por qué | Lista de nombres | Enlaces relacionados >

Hay tres razones por qué los usamos en clase: [ Razones | Lista | Enlaces ]

Razón #1: ...porque son chistosos para los alumnos estadounidenses. No sé por qué, pero cada vez que se mira al amigo de uno y se le llama por su nombre hispano, es motivo de una sonrisa (por ejemplo, cuando miras a "Grace" y la llamas "Pepita", o cuando "Chris" se convierte por magia en "Bola de Cristal"). Y yo creo que mientras más se sonríe en clase, mejor se está y mejor se la pasa uno. Aunque algunos alumnos intenten negarlo, les gustan los nombres en español tanto o más que a mí. Es cierto que para mí es difícil memorizar los 2 nombres y el apellido de cada estudiante, pero a través del año los alumnos tienen mucho más para memorizar y aprender que yo... entonces estamos empatados en eso.

Razón #2: ...porque es un recordatorio de usar el español en todo momento en clase. A veces se nos olvida que debemos usar solamente el español para comunicarnos en clase, y los nombres hispanos ayudan a mantener el uso constante del idioma. De hecho, facilitan el mantenimiento de la buena pronunciación en español también porque establecen un ambiente lingüístico latino. Es mucho más fácil hablar en español cuando todo lo que digas es en español y no tengas que detener el flujo de palabras para pronunciar con torpeza "Mike" o "Jennifer" o "Ngoc", por ejemplo, nombres (sin ánimo de ofender a nadie) que rompen las reglas de pronunciación del español.

Razón #3: ...nos motiva a convertirnos en sudo-hispanohablantes, por lo menos por un período breve de tiempo. Para el estudiante estadounidense (sobre todo para el monolingüe), cuesta mucho abandonar el inglés totalmente y sumergirse en un idioma extranjero como lo es el español. Al tomar otro nombre, uno puede imaginar que es otra persona... una persona a quien sus amigos no van a criticar por hablar español bien y seriamente; una persona cuyos padres no la van a mirar de una manera extraña porque puede comunicarse en español, cosa que ellos no son capaces de hacer; una persona que no va a sorprender a nadie al hablar español con fluidez, porque esa persona ¡ES PEPE... O LOLA... O JERÓNIMO... O GUADALUPE... o lo que sea que quiera ser por ese trozo de tiempo que pasa en clase! El utilizar los nombres hispanos nos da la libertad de ejercer al máximo las habilidades de usar productivamente el español.